Verónica Mies y meta de productividad: “Es ambiciosa en un contexto complejo y de mucha incertidumbre”

Una valoración transversal recibió el Presidente Gabriel Boric al poner sobre la mesa, en su primera cuenta pública, la preocupación sobre la productividad. El mandatario fue ambicioso: invitó a asumir el desafío de lograr que la misma vuelva a crecer al ritmo de 1,5% anual, dejando atrás el estancamiento de los últimos 10 años, lo que -afirmó- llevaría al Producto Interno Bruto (PIB) potencial a mejorar sobre el 4% al año.

Verónica Mies, académica del Instituto de Economía de la Universidad Católica, es parte del grupo que destaca que se releve el tema, y que se reconozca “como factor necesario para poder avanzar en el desarrollo del país y para poder aumentar el bienestar de la población en el largo plazo”.

“Las distintas y profundas reformas anunciadas impondrán nuevas cargas sobre la economía, lo que releva aún más la necesidad de aumentar la productividad”.

“Me parece muy desafiante, pero repito, muy necesario, apuntar a aumentar la tasa de crecimiento de la productividad anual y que este mayor crecimiento se mantenga en el tiempo”, recalca la economista. Y plantea que, más que decir si es viable o no, lo que -dice- depende de múltiples factores, “es una meta ambiciosa en un contexto complejo y de mucha incertidumbre”.

Al hablar de la temporalidad en la que será posible alcanzar la meta propuesta por el mandatario, la también consejera de la Comisión Nacional de Evaluación y Productividad (CNEP) explica que “poder aumentar la tasa de crecimiento de la productividad y más importante aún, que se mantenga en el tiempo, requiere de convencimiento político y acciones concretas en distintas dimensiones de la economía para lograr las tan necesarias ganancias de eficiencia”.

Asegura que “no basta solo con el anuncio”, y enfatiza que hay una agenda importante en términos de productividad que está pendiente desde hace tiempo, la que “hay que trabajar ardua, constante y convencidamente”. La economista recuerda que la productividad lleva más de una década estancada y afirma que, por tanto, “no es fácil, ni automático, aumentarla”.

Una preocupación que se repitió entre algunos economistas el miércoles por la tarde fue que el clima político, social y económico -con el proceso constituyente como telón de fondo- no es el idóneo para lograr aumentar la productividad.

La economista señala que asegurar el Estado de derecho, tener un buen clima político e institucional, reducir la incertidumbre de corto y mediano plazo, entre otros, son factores “de primer orden para poder impulsar las iniciativas privadas y para poder aumentar la inversión”.

Recalca que la inversión “es clave para poder generar crecimiento continuo y también como vehículo para incrementar la productividad”, y, en este sentido, plantea que el contexto actual del país y el alto nivel de incertidumbre de corto y mediano plazo “genera dudas importantes en los inversionistas y, con ello, sobre la capacidad de poder retomar el crecimiento en forma sostenida”.

En su opinión, “los próximos años se anticipan complejos”, a lo que añade que, por otra parte, “las distintas y profundas reformas anunciadas impondrán nuevas cargas sobre la economía, lo que releva aún más la necesidad de aumentar la productividad y de preocuparse y ocuparse de la capacidad de crecimiento potencial de la economía”.

El camino a seguir

En su discurso del miércoles, el Presidente Boric enumeró varias acciones para alcanzar las metas de productividad y PIB potencial, destacando la necesidad de mayor inversión en investigación, desarrollo, innovación y capacitación, junto con adecuar la jornada laboral a 40 horas, por mencionar algunas.

A juicio de Mies, “ciertamente se requiere mayor inversión física, en investigación y desarrollo, en innovación”, y dice que, con la misma fuerza, se necesita mejorar el capital humano, lo que -a su vez- incluye mejorar la educación escolar en todos los niveles, avanzar “fuertemente” en capacitación y educación técnica profesional, entre otros factores.

Recuerda que también hay trabas regulatorias que impiden avanzar más rápidamente en esta materia, y puntualiza que otro tema relevante es recuperar los equilibrios macroeconómicos “que se han visto fuertemente dañados en el último tiempo”. “Y así, podríamos seguir enumerando materias”, dice.

Si bien plantea que, respecto a los puntos ya planteados, “los grandes titulares son correctos”, afirma que, hacia adelante, lo que se debe evaluar son las medidas concretas y la hoja de ruta que se propondrá. Esto, de la mano de “la coherencia e implicancias generales que las distintas reformas que se están impulsando -y no solo las relacionadas con esta materia- tendrán sobre el crecimiento”, adelanta.